Y aquí en este punto. Siento la tranquilidad de mi renuncia cercana, empiezo a tener la sensación de un peso que se va, como cuando uno está enfermo y empieza a sanar, en esa sensación, se desvela el actuar correcto, si no fuese así, sentiría lo contrario ¿No? Los buenos trabajadores como yo, se van porque se cansan de una u otra situación, ya aprendí bastante de esta experiencia, ya conozco sus bondades y sus límites, tengo gratitud, pero no pertenencia, esa la tuve, pero ya se me acabó, la tarea nos supera y la hipocresía indiferente de los que están un escalón más arriba me asquea, me repele y me empuja a ir en otro camino. Siempre viene bien un nuevo respirar.
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